SOMBRAS, NADA MÁS…
Exhibición virtual, website oficial, año 2006
Por: Raúl Yépez Collantes
En el transcurso de mi investigación sobre los efectos efímeros de la luz sobre el paisaje urbano, además de los reflejos en los charcos de agua, encontré también, otra atrayente expresión estética que me interesó explorar, es el caso de las sombras, que se constituyen en el motivo de este trabajo.
Como en todo lo concerniente a la fotografía, el punto de partida radica en la luz, sin embargo, en este caso, curiosamente, nuestro centro de interés carece de luz, podríamos decir que son precisamente antagónicos y por esa misma razón el sentido cambia radicalmente. En la mayoría de los casos fotografiamos objetos que reflejan luz, hacemos una medición de esa luz reflejada y ajustamos la cámara a la temperatura de la luz incidente que opera sobre el objeto, pero nada de eso se aplica a la sombra, porque en teoría, no hay medida para la oscuridad.
Ciertamente una zona oscura no podría ser percibida de forma aislada, porque actúa simultáneamente con la zona iluminada, sirviendo ésta de referencia para la captación fotográfica de la imagen. Lo que acontece, en síntesis, es que si queremos representar la sombra no hay más remedio que fotografiar la luz. En términos de la “percepción de la forma” podemos asumir sin rigor teórico que en esta propuesta la sombra actúa como figura, en cuanto que la parte iluminada actúa como fondo.
Las sombras proyectadas siempre del lado opuesto a la fuente luminosa aparecen en la foto como siendo líneas dibujadas sobre las piedras, maderas y mamposterías de los pisos y fachadas. Esas sombras, si bien representan el objeto que las origina, ni siempre son la figura fiel de este objeto, porque ellas se modifican en perfecta conjunción con las formas irregulares de la superficie en donde se proyectan. O sea, el propio objeto visualmente ausente es percibido únicamente a través de su sombra, pero plácidamente desfigurado. En definitiva, se busca representar las cosas por medio de sus sombras, tan efímeras y tan intangibles como el mismo instante de luz. Ya el momento del clik exige precisión, porque el movimiento continuo del Sol desvía constantemente las proyecciones de las sombras sobre el plano, otorgándoles cierta motricidad propia…
* Fragmento extraído de “Los secretos visibles de la ciudad: Lo efímero de la luz y de la sombra en el lenguaje fotográfico” Texto originalmente en Portugués de la disertación presentada por el autor, al programa de Post-grado, Maestría en Cultura Visual de la Facultad de Artes Visuales FAV-UFG de la Universidad Federal de Goiás, Brasil.